Benjamín Núñez González [CC BY-SA 4.0], via Wikimedia Commons

National Geographic y el investigador Albert Lin han descubierto un secreto templario oculto durante cientos de años. Mediante el uso tecnologías para la detección de restos arqueológicos han hallado un sorprendente sistema de túneles bajo la ciudad de Acre.  La tecnología usada para el hallazgo, conocida como «LiDAR» usa láseres y detectores de alta tecnología que escanean el suelo permitiendo ver lo que se encuentra por debajo y sin causar daño alguno.

Tras la caída de Jerusalén en manos de Saladino, los templarios trasladaron su cuartel general a Acre durante 104 años. Esta expedición arqueológica ha revelado parte de sus infraestructuras a pesar de que su objetivo era encontrar pistas del oro de los templarios. La aparición de varias casetas de vigilancia en el sistema de túneles podría ser un indicio de que se usaron para sacar el tesoro de la ciudad. Este túnel era un pasadizo que conectaba el Palacio del Temple con el puerto.

El inmenso tesoro de los templarios no ha aparecido. Este tesoro no incluye solo oro y joyas sino que  también podría incluir importantes reliquias desaparecidas. Tras el asedio de 1291 de los mamelucos egipcios, la ciudad cayó en manos del Sultán Al-Ashraf Khalil y La Orden del Temple dejó Acre trasladándose a Limassol, en Chipre. El Sultán ordenó derruir todos los edificios cristianos hasta los cimientos para dejar la ciudad inservible. En la actualidad, la torre del tesoro está enterrada en suelo rocoso y no se sabe aún si habrá algún intento de excavarla mas adelante.

Los templarios siguen dando tantas sorpresas como interrogantes y son muchos los investigadores que trabajan por esclarecer su legado. El conocimiento traerá más luz a su historia. En estos tiempos cada vez más inciertos, los valores de la Orden son sin duda un refugio que resulta a la vez su mayor atractivo. Parece que últimamente «lo templario» está de moda, nosotros no pensamos que sea una moda, nosotros pensamos que es la respuesta a unos tiempos inciertos, que nos hace plantearnos quienes somos y cuales son nuestros orígenes, así como los principios sobre los que se asienta nuestra civilización.

Non Nobis Domine, Non Nobis, Sed Nomini Tuo Da Gloriam.